Entrevista a la Red Solidaria
13.12.2014 18:22La solidaridad es la prioridad
“Soñemos con que alguna vez en nuestro
país no haya Red Solidaria”
Laura Algier, Coordinadora de la Red Solidaria, cuenta el origen y la labor de esta institución que ya lleva 19 años. Es un puente entre la gente que ofrece y la que necesita, un proyecto generado a pulmón y sin fines de lucro.
¿Cómo se originó la Red Solidaria?
La red se originó en el año 1995 con un grupo de amigos entre los cuáles estaba Juan Carr, con la idea de poder juntarse y hacer algo para la comunidad, pensando en la gente que necesita y pensando de qué manera podían llegar a crear algo. En un momento se pensó en una red informática solidaria y después, a medida que lo estaban armando, se dieron cuenta que no todo el mundo tenía acceso a las computadoras, entonces se pensó en un teléfono. Así, de a poquito ese teléfono se fue haciendo conocido y empezamos a recibir más llamadas. Son diferentes las necesidades que se presentan. Lo que hacemos nosotros, desde la red, es orientar y tratar de juntar a la persona que necesita con la persona que ofrece. Nosotros nunca recibimos las donaciones, solamente somos un puente. En todos estos años fuimos juntando una gran base de datos de diferentes organizaciones e instituciones que nos permiten ayudar a las personas.
¿Cuántas personas trabajan en la red?
Treinta personas. Nosotros no tenemos una sede donde están los voluntarios. Nos manejamos con transferencia de línea, es decir, los voluntarios trabajan desde su casa donando dos o tres horas semanales. Están capacitados para poder atender la línea, en ese momento son la cara visible de la red solidaria. El voluntario tiene, obviamente, la capacidad y el sentido común para poder ayudar, orientar y satisfacer las diferentes llamadas que van surgiendo. Hay veces que no podemos ayudar porque somos conscientes de las limitaciones que tenemos.
¿Hay sedes de la Red Solidaria?
Nosotros somos la Red Solidaria central pero hay varias sedes en el interior del país. La base es la misma sólo que cada una tiene una modalidad diferente. Nuestra organización es muy simple, es atípica, no hay otra organización que funcione como nosotros. No manejamos fondos y ni siquiera tenemos registrado el nombre de red solidaria. Nos manejamos nada más con las ganas y el amor para poder ayudar al otro.
Al recibir tantos llamados, ¿cómo manejan las prioridades?
Cualquier persona que nos llama merece que la escuchemos y que la orientemos. Partimos desde esa base.
Nunca vamos a ir a buscar a la persona o la necesidad, es ella la que nos busca a nosotros. Si, por ejemplo, alguien necesita un transplante y se encuentra en estado de emergencia, lo que hacemos es recurrir a los medios de comunicación que son los que nos ayudan muchísimo para poder contar lo que está pasando. Tratamos de hacer visible lo invisible.
En un inicio, ¿se imaginaron que las necesidades de la gente se iban a ampliar a casos tan delicados como el pedido de órganos y la búsqueda de niños perdidos?.
Nosotros no organizamos mucho. Somos una organización bastante desorganizada (risas). A medida que van surgiendo las cosas es dónde nosotros estamos. Se presenta una situación y vemos de que manera podemos encararla y ayudar. El tema vivienda y trabajo son los temas donde nos sentimos fracasados.
¿Ustedes reciben ayuda del gobierno?
No. Esto es todo voluntad.
¿Cuál es el momento donde más aumentan los llamados?
Cuando hay algún caso puntual, especialmente, cuando Juan Carr aparece en los medios de comunicación y se muestran los teléfonos.
¿Queda un vínculo con la persona que se ha ayudado?
No, puede ser que alguno te agradezca por teléfono, pero no queda un vínculo. Sólo ayudamos a la persona y esperamos haberla orientado.
Además de ayudar a la gente, ¿surgieron otras actividades en la red?
Si, hacemos diferentes actividades desde hace tres años. En este momento estamos con muchos proyectos, tales como la Cátedra de Solidaridad; un Posgrado de Solidaridad, que está dirigido a profesionales y dura un cuatrimestre; un programa de orientadores de la comunidad, por el cuál estuvimos viajando a diferentes provincias y lugares, ya que esa es, justamente, la idea, poder transmitir todo lo que aprendimos en la Red Solidaria y poder transmitir una cultura solidaria.
¿El objetivo máximo es una red mundial?
No, pero cuando pasó lo de Irak nos comunicamos con gente de allá para ver de que manera podíamos ayudar o, también, cuando pasó en Italia lo del volcán llamamos a la embajada para solidarizarnos y sentir lo que la comunidad italiana estaba sintiendo. Es como que estás un poco en todo, esa es la idea, no?
¿Es cierto que la Red Solidaria se fue haciendo conocida gracias a la confianza por parte de la sociedad?
Si, esto fue creciendo gracias al boca a boca. Pero si las cosas se dieran cómo se tienen que dar nosotros no tendríamos porque existir. Soñamos con que alguna vez en nuestro país no haya Red Solidaria.
Alicia Victoria Miranda y Jorgelina Inza
Nota: Entrevista realizada en 2003. Corrección actualizada: diciembre, 2014
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